Un procedimiento más lento
A la hora de obtener energía nuestro organismo no tiene por qué recurrir a la grasa. De hecho, cuando necesitamos obtenerla de manera rápida como
al hacer ejercicio nuestro cuerpo se apoya en nuestra fuente de hidratos de carbono (glucógeno), ya que es una vía más veloz.
Quintana explica que estas características dan lugar a confusiones, pero que aunque durante el ejercicio no quememos tanta grasa, a posteriori sí.
“Generas un déficit energético y nuestras mayores reservas de energía en el organismo son la grasa”, sostiene.
La musculatura y la energía
La especialista asegura que aunque no es cierto el mito de que la grasa se convierte en músculo con el ejercicio, un cuerpo más musculado ‘gasta’
más energía, y por tanto grasa, que uno menos musculado.
“El tejido muscular es muy ‘caro’ de mantener, necesita mucha energía. Las personas que entrenan tienen su metabolismo basal la energía que
gastamos para mantenernos vivos aumentado”, explica Quintana.
Cómo actúa el sudor
El sudor es un mecanismo del organismo para enfriar el cuerpo, es un indicativo de que la temperatura corporal aumenta. Quintana explica que esto
muestra que el metabolismo está activo y que está trabajando, gastando energía.
“Con el sudor expulsas agua y sales minerales, no tiene por qué depender de la quema de grasa, puedes estar sudando quieto porque hace mucho
calor”, añade.
La especialista recopila algunas recomendaciones que pueden ayudarnos si lo que buscamos es perder grasa:
Mantener a raya al estrés.
El estrés mantenido provoca un estado de inflamación en el cuerpo y dificulta mucho la pérdida de grasa. Por ello,
mantener ciertas normas de relajación, de patrones de sueño y descanso, son importantes para eliminarla.
Desarraigar el mito de que hay que hacer mucho ejercicio cardiovascular para perder grasa. Entrenar pesas y hacer ejercicio de intensidad ayuda a trabajar la musculatura, se gasta más energía, tener un buen desarrollo muscular va a ayudar más a perder grasa y a mantener esa pérdida. Cuando se
abusan de otro tipo de ejercicios se pierde mucha agua y masa muscular.
Alimentos menos procesados
La manera que tenemos de almacenar calorías o energía es en forma de grasa, son nuestras reservas. Cuando tomamos demasiadas calorías, el cuerpo no utiliza esas reservas, con lo que se acumulan. Por ello, Quintana recuerda que para perder grasa hay que llevar una dieta baja en calorías.
Además, la nutricionista hace hincapié en la importancia de tomar alimentos poco procesados. “Son más saciantes y terminaríamos comiendo lo que nuestro cuerpo necesita. El problema es que comemos en exceso, los alimentos que tomamos no regulan el hambre y la saciedad y ganamos grasa
corporal”, asegura.
“Actualmente hay una oleada de alimentos que no son lo que se debe comer, la gente está confundida porque en el supermercado hay mucha oferta de
productos con reclamos publicitarios que confunden al consumidor y no son lo que prometen”, dice Quintana.
Dieta de verano y saludable
Quintana recomienda basar nuestra dieta en frutas, vegetales frescos, e incluir proteína proveniente de legumbres, huevo, frutos secos, algo de
pescado y carne para los no vegetarianos.
En verano hay más variedad de frutas y verduras, algo que Quintana considera una ventaja que debemos aprovechar.
“Hay que priorizar las hortalizas, son muy recomendables el tomate, el pepino, el calabacín, y platos como el gazpacho “, cuenta. “Además, hay
mucha fruta cargada de agua, alta en fibra y saciante, como la sandía, las ciruelas, el melón, las nectarinas, los paraguayos, o el melocotón”, añade.
|https://www.noticiascol.com/2018/06/27/que-ocurre-con-la-grasa-que-perdemos-al-adelgazar/